miércoles, 15 de abril de 2015

7.- GACHUPA


RECORDS DE LA MEUA INFÀNCIA. PUBLICAT EN EL DIARI LES PROVÍNCIES
16-08-2014





   Llevábamos desde el amanecer en el bancal. Las estoras debajo de los almendros recogían las almendras que  íbamos  vareando del árbol con las cañas hechas a propósito en la luna de enero y secadas convenientemente a la sombra. De ahí a los capachos de palma y aireándolos al viento para que volaran las hojas entremezcladas, metíamos las almendras en los sacos de  yute. 

Habíamos tomado un buen almuerzo a base de tortilla de patatas y berenjena frita con un buen racimo de moscatel que ya estaba casi casi a punto para escaldar y convertirlo en pasa.

Al medio día habíamos terminado la recogida. Cargamos el carro hasta los varales y nos dirigimos de vuelta a la casita.  Era la hora del Ángelus.

El triador ya estaba preparado, la tabla de madera sobre caballetes esperaba el primer saco de almendras para descortezar y así sacar la almendra limpia para su venta. Mi primer jornal también. Había pactado una peseta por cada capazo que llenase. Mi sitio estaba reservado ya en la mesa, me sentía  persona mayor a pesar de mis seis años.

Era medio día y olía que alimentaba. Mi abuelo había puesto a refrescar en el pozo el barral de vino y un melón de piel de sapo.

Mi tía había cocinado “Gachupa”, que no era más que un potaje de verduras, donde cabía de todo. Cocina vegetariana por necesidad. La carne era un lujo.


 En la cazuela, puso el aceite y sofrío la cebolla finamente picada. Puso la chirivía, la carlota, el nabicol y el nabo blanco cortados a dados. Removió  todo y  puso la sal. Cuando estaba dorado, incorporó dos puñados de lentejas y el pimentón dulce, le dio unas vueltas y cubrió con agua del pozo. Cuando empezó a hervir puso  la col con las hojas verdes que había troceado. 

 Sobre media hora a fuego lento y añadiría las patatas rotas en dados grandes y en veinte minutos a servir. Probó de sal. Para integrar los sabores entre sí y el caldo apareciera espeso, le dio  fuego fuerte los últimos diez minutos  con la cazuela tapada. Manjar de dioses.