viernes, 17 de abril de 2015

11.- PIMIENTOS EN SALMORRA



RECORDS DE LA MEUA INFÀNCIA. PUBLICAT EN EL DIARI LES PROVÍNCIES
20-09-2014.  





   Seguíamos con la tarea manual de separar los granos de la pasa de sus raspas (triar) y clasificándolas por tamaños y metiéndolas en capazos de palma. Los cañizos habían vuelto a su sitio empilados en la esquina dentro del riurau. El olor era agradable, pues entre las uvas volcadas en la mesa y el que soltaban los cañizos aún impregnados por ellas durante su secado,  hacía que pareciera que estuviéramos comiéndolas a todas horas. Y nada que decir en cuanto a  nuestras manos al manipularlas constantemente.

  Mi abuela había puesto al sol un tarro de cristal. Era la famosa salmuera de pimientos (pebrera salá) que a todos les gusta y muy pocos saben hacerla. Pero avispado que es uno, le seguí los pasos detenidamente. Había limpiado los pimientos verdes, les acorto el rabo y los cortó en cuatro trozos verticales sin quitarles las pepitas.  Los fue colocando dentro del bote limpiado a conciencia con la intención de que cupieran el mayor número posible. En su parte superior y en forma de corona, colocó una  rama de limonero con sus hojas viejas (tiernas amargarían) de forma que al añadirle el líquido estas hicieran que no flotaran.  En una jarra de cristal, puso tres dedos de vinagre de vino blanco y llenó de agua del pozo (nunca con cloro), y mientras removía con una cuchara de madera (nunca metálica)  echaba la sal marina necesaria hasta que dejaba de mezclarse y se depositaba  en el fondo, entonces paraba con la sal y seguía removiendo hasta que desaparecía. El punto estaba dado.

   Llenó el tarro con la mezcla y lo tapó, depositándolo al sol para acelerar su oxidación por el efecto del calor y convertirlo en tan sabroso encurtido. Cuando los pimientos habían adquirido el color amarillento, ya estaban buenas. Al destapar el tarro se formaría en días una espuma, señal inequívoca de que había salido perfecta. El bote debe guardarse en un lugar fresco y oscuro, pero como antes, sin neveras porque no las había.

   La comida del medio día fue en frío. Una ensalada de tomate y cebolla, un poco de atún  salado y unas berenjenas fritas.