viernes, 26 de enero de 2018

MERMELADA DE VINO TINTO, BLANCO O CAVA





Ingredientes:

200 ml vino.

100 gr azúcar

8 gr cobertura para tarta, en polvo o láminas de gelatina neutra.

La cobertura para tartas es mejor, porque es un gelificante en polvo menos potente que la gelatina, por eso es perfecto para darle consistencia a este tipo de mermeladas cuya base es demasiado líquidas. La cobertura para tartas en polvo, que he usado es de la marca Belbake. 

Si no lo encontramos, usaremos hojas de gelatina neutra que previamente pondremos en remojo 5 minutos. Los pasos son los mismos que a continuación detallo, pero escurriremos bien la gelatina remojada, añadiéndola a toda la cantidad de vino cuando vayamos a apagar el fuego, removiendo un minuto antes de retirarlo del calor.     

Con la cobertura, empezamos poniendo en un cazo a fuego medio 150 ml de vino y el azúcar. Aparte, disolvemos la cobertura para tarta en el resto de vino, removiendo bien para que se integren.

Cuando el azúcar este casi disuelto, lo dejamos hervir a fuego medio entre 5 o 10 minutos para que evapore el alcohol. Añadimos los 50 ml, de vino restante con la cobertura disuelta. Removemos, llevamos a ebullición y casi a continuación (espesa muy rápidamente) retiramos del fuego y lo guardamos en un tarro de cristal. Cuando haya enfriado completamente lo guardamos en la nevera.

Podemos hacerlo con vino tinto, blanco y si es de moscatel, ni te cuento. Con Cava, espectacular. 

Ojo, usaremos un buen vino. Y es que es fundamental, y no me refiero a caro o único en su especie, sino a uno que presente un buen sabor. 

Si hacemos tarros para guardar, hay que someterlos al baño maría para esterilizarlos al menos 20 minutos para que se haga el vacío. Así nos durarán un año al menos.

Acompaña muy bien con los quesos y para las tostadas de la mañana si queremos un toque diferente.