ESE OLVIDADO TAN VALENCIANO DE NUESTROS BARES Y TABERNAS.
Tal vez por el trabajo que conlleva el hacerlo, por no pedirlo o no ofrecérnoslo, ha hecho que en los bares y restaurantes se hayan olvidado de él. Han pasado al carajillo de alcohol sin calentar y el café) sin más que no tiene nada que ver. Que diferencia tan abismal entre una cosa y la otra. Al auténtico Cremaet en algunas partes también le llaman carajillo, por eso no quiero que haya confusión en lo que digo.
Para hacer un buen CREMAET es fundamental:
1º Tipo licor, ron o coñac incluso hay quien lo pide con anís.
2º Se ha de quemar el licor justo lo necesario para que evapore parte del alcohol.
3º Presentación en vaso de cristal o terrina de barro cocido.
4º Tiene que tener los tres niveles, licor, café y la espuma bien consistente, todo bien definido.
5º Al moverse se deben mezclar bien los tres niveles.
6º Ingredientes, Azúcar (blanco o moreno) o miel, 2 granos café, cascara de limón sin nada de pulpa y canela en rama opcional.
“Muchas y muy buenas recetas de todo tipo, pero no he visto nada que yo recuerde sobre bebidas para cerrar una estupenda comida, cena o esmortzaret....
El Cremaet bien hecho es el punto final de una reunión familiar alrededor de una mesa, junto con la mistela y los cacahuetes del collaret para prolongar la sobremesa hasta que nos entre hambre otra vez.
Aunque durante mucho tiempo se ha dejado de hacer, especialmente en los bares y cafeterías más "finos", afortunadamente volvemos a pedirlo y ya no es necesario preguntar "¿Hacéis cremaet?". Comprendo que resulta prolija su elaboración correcta, muchos lo confunden por ignorancia o malicia con un carajillo caliente, pero un Cremaet en condiciones es digno de los dioses del Olimpo.
Según he podido comprobar, por la provincia de Castellón suelen prepararlos en vasos de barro, conservan más el calor y son más resistentes al fuego.
Con este brebaje sucede algo parecido a lo que vemos con la paella, que cada autor tiene su fórmula y considera que es la auténtica.
Yo voy a explicar cómo lo hago yo, y os aseguro que está muy bueno y a mi mujer le encanta.
En un vaso pondremos una cantidad respetable de ron o brandi, yo prefiero ron negro, me gusta su sabor. Una cucharada de azúcar moreno, dos o tres granos de café, un trocito de canela y un trocito de corteza de limón, sin nada de pulpa. Todo esto se calienta bien y se le pega fuego removiendo con una cuchara larga para no quemarnos y asegurarnos que se quema la mayor parte del alcohol, y cuando la llama ya esté mortecina es cuando se le tira un buen café no muy largo.
El aspecto deberá ser como el de la foto, con su zona transparente bajo, encima el café negro y la crema en lo alto.
Debe tomarse muy despacio, primero por no quemarse los morros, porque está caliente de narices, y luego para disfrutar de su sinfonía de aromas y sabores”.
Y estoy completamente de acuerdo con él. El Cremaet, es nuestro y debemos pedirlo de nuevo en nuestros bares y restaurantes, recuperando así la tradición. Eso sí, sin obligar a nadie.