Si podemos agenciarnos una lubina salvaje… las de
piscifactorías que queréis que os diga que no sepáis. Que como las distinguiremos,
pues… aparte de que nos fijemos en las escamas, las primera son más brillantes
y están perfectamente alineadas y las de criadero tendrán algún que otra rozadura
dado su hacinamiento… que en la pescadería tienen que tener expuesto sobre su
origen, modo de captura… lo que más nos va a llamar la atención y nunca fallaréis
será su diferencia de precio, ahí seguro no falláis. Después lo notaremos en su sabor, dado que en la
salvaje es mucho más intenso y sabroso.
Vamos a cocinarlas al horno, para ellos necesitaremos para tres personas:
3 lubinas (+_300 gr. cada)
3 patatas para hornear
1 cebolla
Aceite de oliva virgen extra
Sal y un limón.
Le diremos al pescadero o lo haremos nosotros el limpiar
las dos lubinas. Quitaremos las escamas raspando, las vísceras y las abriremos por
la mitad incluyendo la cabeza y podemos o no quitarle la espina central. Personalmente le dejo siempre la espina.
La secamos en papel absorbente. Nunca lavarla debajo del
grifo, le restaría sabor.
Precalentamos el horno a 200º. La bandeja le ponemos un
buen chorretón de aceite y la movemos para que impregne toda la base.
Pelamos las patatas. Importante que no sean de freír, nos
quedarán más gustosas. Las cortamos en rodajas no muy finas (en panadera) y las
vamos colocando unas al lado de otras hasta cubrir todo el fondo de la bandeja.
Ahora pelamos la cebolla y la cortamos en aros que iremos poniendo por encima
de la patata.
Espolvoreamos bien con pimentón de hojilla y un poco de sal.
Salamos el pescado y con la piel hacia arriba lo colocamos
encima en la bandeja.
Unas rodajas de limón y un buen chorretón de aceite de oliva.
Bandeja al horno en posición central, calor arriba y abajo.
Bajamos el horno a 180º y entre 15 y 20 minutos estará hecho. La patata nos
indicará cuando hay que sacar la bandeja del horno.
Servir en el plato con una cama de patata y cebolla, la
lubina y un poco del aceite que habrá quedado en la bandeja.
Podíais haber añadido sobre la patata, tomate rallado o en rodajas y cualquier otra verdura de temporada. ¿Una copita de vino blanco seco en la bandeja?