A pesar de ser un dulce muy popularizado en toda España, las tejas de almendra tienen su origen en el país vecino, Francia, la “Tuile” (teja en francés). Y que no es más que una galleta fina, crujiente en forma de teja, y de ahí ha tomado su nombre.
Empezaron a popularizarse en España después de la guerra civil por algunos obradores pasteleros donde tomaron fama y se fueron extendiendo por toda la geografía nacional, especialmente en el País Vasco, concretamente en Tolosa, Castilla La Mancha, especialmente en Toledo, Andalucía, Cataluña y Comunidad Valenciana donde se le añade zumo y ralladura de naranja.
Así pues, solas o acompañadas, como postre, son una delicia que podemos cocinar para deleitar.
INGREDIENTES:
Mantequilla fundida fría, 125 gr
Azúcar glas, 250 gr
Harina, 100 gr
Almendra fileteada, 125 gr
Zumo naranja, 60 ml
La ralladura de la piel de una naranja en grueso
ELABORACIÓN:
Azúcar glas, 250 gr
Harina, 100 gr
Almendra fileteada, 125 gr
Zumo naranja, 60 ml
La ralladura de la piel de una naranja en grueso
ELABORACIÓN:
Derretimos la mantequilla y dejamos que atempere a tibia. Podemos utilizar el microondas (pesar la mantequilla y ponerla en un bol de cristal en el microondas, programa más menos 1 minuto a baja potencia hasta que se haga líquida). Removemos.
Elaboramos la masa: pesamos el resto de los ingredientes: azúcar, almendra, harina, zumo de naranja y la ralladura de la piel de una naranja a poder ser en grueso.
Lo mezclamos todo y los añadimos al bol de la mantequilla. Removemos. Si queda un poco líquida añadiremos un poco más de harina. Tiene que quedar una masa homogénea.
Precalienta el horno a 125 gr (cuidado que cada horno es una historia) y cubrimos con papel de horno el fondo de la bandeja.
Con una cuchara sopera iremos recogiendo masa y depositándola en la bandeja, sin extender, dejando una distancia de al menos cuatro dedos una de otra para que no se peguen entre sí, ya que cuando se calientan, se derretirán y se extenderán.
El tamaño lo elegís vosotros según la cantidad que pongáis, procurar eso sí, que todas sean iguales para que necesiten el mismo tiempo de cocción.
Metemos la bandeja en el horno y miramos como la masa se derrite, se extiende y al llevar azúcar veremos que caramelizan y cuando veamos que colorean los bordes sacamos la bandeja del horno y meteremos otra bandeja (con estas cantidades hasta tres).
Ahora sacaremos rápidamente las tejas del papel con una espátula, con sumo cuidado, las colocaremos sobre una botella o un rulo que tendremos preparado y sin quemarnos, las apretamos por los bordes para darle la forma.
Dejaremos enfriar las tejas unos minutos antes de retirarlas, para que tomen forma.