Que sencillo es hacer una tortilla mal llamada
a la francesa ¿no? Batir unos huevos y cuajarlos con unas gotitas de aceite en
una sartén y plegarlos sobre si mismo. ¡Voilà!
Pues ese batido de huevo, de Frances tiene bien
poco, pues según cuentan, dada la escasez de alimentos que se tenía por el
asedio de las tropas napoleónicas a la ciudad de Cádiz en 1810 y sin patatas
con las que preparar la tradicional tortilla española - que dicen nació en
Navarra -los Gaditanos decidieron cocinar el huevo batido sin más llamándolo “tortilla
de cuando los franceses” que es su verdadero nombre, popularizándose tal y como
la conocemos hoy en día en tortilla a la francesa.
Que nosotros conocimos la tortilla de huevo
batido en esos momentos de la historia, pues, que quieren que les diga. ¿De
verdad antes de esto solo se cocinaban tortillas con patatas llamada a la española?
Difícil de entender.
Que los franceses en realidad se creen los
inventores de su “omelette”, cuando el huevo batido es anterior al nacimiento
de Francia como nación, pues ya les digo.
Ya a en el Imperio Arquémida, según estudios de
arqueólogos, existía la Kookoo persa, una tortilla condimentada con hierbas.
En términos más modernos, en De re
coquinaria, el libro más antiguo de cocina del que tenemos constancia y cuya
autoría se le atribuye al noble romano Marcus Gravius Apicius (Siglo I), se
habla de la “Ova spongia ex lacte”, tortilla de huevos con leche, en cuya
preparación se explica que hay que darle la vuelta para su perfecta cocción.
Pues vamos a hacer una tortilla diferente, con
verduritas y algunas hierbas aromáticas.
Necesitaremos para cada tortilla:
4 huevos (gallinas libres de jaulas por favor)
250 gr en total de mezcla de, pimiento rojo,
verde y amarillo, las hojas verdes de una cebolla, perejil y cilandro tierno, y
alguna hierba aromática tierna. Puedes usar orégano, tomillo o alguna hojita de
romero.
Aceite de Oliva y sal.
Primero que todo lavamos los pimientos,
retiramos el pezón y las semillas y las cortaremos en tiras y después a la
jardinera, de manera que queden trocitos pequeños. El cebollino, perejil y
cilandro, así como las hierbas aromáticas las cortamos finamente.
Mezclamos todo muy bien.
Separamos las claras de las yemas y las batimos
por separado. En ambos ponemos un pellizco de sal.
Sartén grande al fuego y regamos el fondo con
aceite de oliva procurando manche la total superficie sin encharcar. Para ello
movemos la sartén. Esperamos que caliente.
Ahora, en el bol de las claras, mezclamos todos
los ingredientes que hemos preparado y los removemos con el tenedor para
integrarlos.
Aceite ya caliente, echamos la clara y la
mezcla en la sartén de manera que queden repartidos homogéneamente por toda la
superficie.
Ahora viene la magia, ayudados de una espátula
pequeña, cuando vemos que empieza a cuajar, levantamos desde un extremo y sin
quemarnos, vamos enrollando la tortilla estirándola hacia si haciendo un rulo
que apartamos dentro de la sartén. Unas gotitas más de aceite si vemos que es necesario.
Ahora echaremos la yema batida en la misma sartén dónde nos ha quedado libre,
esperamos que cuaje un poquito y seguimos enrollando sobre el mismo rulo de
clara hasta envolverlo, estirando siempre hacia si hasta formar nuestra
tortilla de verduras especial.
Como habéis visto, todos los ingredientes que
hemos mezclado con las claras están crudos y crujientes. Podéis saltear
previamente los trocitos de pimientos o incluso darle una ligera cocción al
vapor. A mí me ha encantado notar su sabor natural.
Por cierto, las verduras… cualquiera que
queráis. Incluso verduras en chips ¿Por qué no?
He
acompañado con unos trocitos de queso que le va divinamente.
Podéis compartirla entre dos o… Provecho.