Me alejo un poco de lo tradicional para adentrarme en el
mundo de los Kookies, para elaborar nuestros “rosegons” particulares, de una
manera diferente.
La mezcla de trigo, centeno, cebada, avena, arroz y maíz,
en copos, inflados, integrales o refinados… junto con las frutas como la pera,
plátano, manzana, pasas, dátiles, ciruelas, mango, higo, frambuesas, piña y
coco… en definitiva lo que hoy denominamos muesli y que muchos utilizan para su
desayuno matutino, me ha llevado a elaborar una receta facilísima cuyo
resultado me ha sorprendido. Fácil y deliciosa aunque sea una bomba calórica.
Para la elaboración necesitaremos:
1 bolsa de musli (500 gr) de calidad. Como más variedad de
ingredientes mejor. Debe llevar uva pasa.
2 huevos
250 gr de kéfir
100 gr de harina
100 gr de almendra molida repelada o no
100 gr de azúcar normal o de caña
100 gr de azúcar vainillado.
Ralladura de la piel de un limón
100 gr de miel (opcional)
Azúcar glas
Preparamos una bandeja con papel de hornear y precalentamos
el horno a 180º.
En un bol, mezclamos la bolsa de musli con los dos huevos, añadimos
los azúcares, la ralladura del limón, la almendra molida, mezclamos bien, la
miel, si así se quiere y poco a poco vamos añadiendo el kéfir y removiendo con
una lengua de cocina. Ahora vamos espolvoreando con la harina para que quede una
masa homogénea que no debe estar nada caldosa.
Tenemos la mezcla. Ahora vamos repartiendo en montoncitos sobre
el papel y la bandeja para hornear alrededor de 30 minutos dependiendo del
horno. Pondremos un poco de azúcar encima de cada uno.
Debemos tener cuidado de que no se nos queme. Con estas cantidades nos saldrán entre 20 o 21 “rosegons” dependiendo lo grandes que los queramos.
Quedarán doraditos. Espolvorear con azúcar glas. Dejar que enfríen y guardar en un tarro cerrado para que no reblandezcan.
Las cantidades pueden variar según gustos.