La crema de berenjenas, baba ganoush, ganusch o mutabal, lo
que los franceses llamarían paté, no deja de ser un hummus cuyo
origen algunos sitúan en el antiguo Egipto, siendo muy común en países árabes, Oriente
Medio y en la cuenca mediterránea dónde nosotros lo comemos como un snack.
En árabe, Baba Ganoush es algo así como “papá mimado” o
“papá tímido”. Por ello, se cree que este plato viene a simbolizar el amor que
une a una hija con su padre. La leyenda cuenta que la creadora de la
receta fue una muchacha que, para asistir a su anciano padre que apenas podía
masticar, le preparó una primera versión de este puré de berenjenas.
Otra leyenda sostiene que uno de los discípulos del sumo
sacerdote persa Baba Ghojnaj, que habría vivido durante el siglo I de nuestra
era, sirvió a su maestro una sabrosa comida a base de berenjenas. Este,
complacido, quedó tan satisfecho que hasta la distribuyó entre los aldeanos y
así se hizo popular.
Otra traducción que se le da a baba ganoush es la de “coqueto
y vicioso”. En esta línea, también existe la creencia de que las mujeres que
toman esta deliciosa preparación culinaria asumen sus características dulces y
seductoras, por lo que se aconseja prudencia en su consumo, para no traicionar
la virtud.
Una manera muy sabrosa de usar la berenjena, para ello
vamos a necesitar los ingredientes según la cantidad que queramos hacer. Esta
pasta nos aguanta tres días en la nevera, pero si queremos hacerlo para
guardar, tendremos que embotar en tarros herméticos y pasarlos por el baño maría
siguiendo el protocolo habitual.
Para 4 berenjenas hermosas, tiernas, la listada de Gandía,
necesitaremos:
1 o 2 dientes de ajo
1 Limón
Cucharadita de comino molido
Dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Mi aportación a la receta, añadí,
1 guindilla
Dos cucharadas de piñones tostados
Cuatro aceitunas negras deshuesadas
Una cucharadita de orégano
Cucharadita de pimentón de hojilla
Sal, al gusto
Asamos las berenjenas al horno, dejamos que enfríen para poder
pelarlas. Las cortamos en trozos y dejamos que pierda todo su líquido.
Usaremos un vaso batidor aunque lo correcto sería chafar
las berenjenas hasta hacerlas pasta con una textura menor que al batirla.
Metemos los trozos de la berenjena asada y le añadimos
todos los ingredientes. Rallamos un poco de la corteza del limón. Batimos.
Rellenaremos tarros o en un bol tapado con film dejaremos
en la nevera al menos un par de horas antes de consumir.
Si hacemos para guardar, lo dicho, procedimiento de esterilización al baño maría. Ahí os recomiendo terminar cubriendo la pasta con aceite de oliva virgen extra antes de tapar los tarros herméticamente, así evitaremos su posible oxidación de la parte superior.