La manera
tradicional de cocinar la fideuà hoy la dejo a un lado y me atrevo en cambiar
los ingredientes, pero no así la tradición del cocinado.
Y es que
personalmente, los fideos me encantan. Pensé entonces en combinar algunos
ingredientes alejados de lo tradicional, para ver su resultado y la verdad… me
ha encantado. De gusto exquisito y muy sencilla de elaborar. Permítanme la
licencia.
Ingredientes
para 2 personas, por orden de uso:
Aceite de oliva virgen extra
Dos dientes
de ajo
½ cebolla
Un tomate maduro
Fideos
entrefinos Un vaso
Un codillo
de cerdo ya cocinado
3 higos
Caldo con la
gelatina del codillo y agua. 2 vasos
Sal
Comenzamos:
Calentamos
el codillo (en supermercados mas y mas venden exquisitos) para deshacer la gelatina para aprovecharla como caldo. Deshuesamos
y troceamos la carne. Reservamos.
Precalentamos
el horno a 180 grados.
Paella al fuego, aceite y empezamos dorando la cebolla y el ajo.
Añadimos una cucharadita de pimentón de hojilla, removemos.
Ahora el tomate rallado. Removemos.
Ahora seis hebras de azafrán, removemos.
Añadimos el vaso de fideos. Los removemos, y los extendemos bien por toda la paella, dorándolos sin prisa dándoles vueltas. (Els arrosejem). Debemos oír como crepitan.
Dispondremos de los trozos del codillo repartiéndolos por la paella.
Añadimos los dos vasos del caldo mezclado con agua
Haremos lo mismo con los higos cortados en rebanada.
Llevamos a
ebullición durante 5 minutos. Probamos
de sal y rectificamos si es necesario.
Introducimos la paella en el horno para que termine de cocer alrededor de 15 minutos. En realidad lo que hacemos es terminar de “rossejarlos”, dorarlos en castellano.
La combinación, deliciosa no, lo siguiente. Nada que envidiar a la fideuà de pato y foie.