Foto: Aureli Tormo |
Se celebra la fiesta de "La Corriola" en Cocentaina hoy día 8 de diciembre festividad de la Inmaculada Concepción.
El día de “La Purísima” es para los más pequeños un día especial, pues la peregrinación a la ermita vendrá acompañada de múltiples actividades infantiles organizadas para ellos.
Esta celebración cuyos principios están perdidos en los siglos, tiene la particularidad de que también entra en la tradición gastronómica.
Cada 8 de Diciembre, desde bien temprano, en este singular paraje empiezan las actividades lúdicas entre las que hay pasacalles, acompañados de “la dolçaina y el tabalet”, se ofrecen, licores autóctonos y mistela, para los más pequeños actividades infantiles y “cuentacuentos” que les narran historias y leyendas antiguas del lugar.
Po la tarde, se abre la Ermita y es cuando los niños podrán tirar de la cuerda que pasaba por “la corriola” (polea) haciendo voltear la campana. De ahí el nombre de este día tan señalado para los Contestanos. A los más mayores, su sonido les recuerda su niñez.
En la tarde noche, destacar que la tradición marca este día para que en los hogares del pueblo, la familia se reúna para instalar el Belén de Navidad.
Documentación: Javier Carbonell
Fotos: Aureli Tormos
El día de “La Purísima” es para los más pequeños un día especial, pues la peregrinación a la ermita vendrá acompañada de múltiples actividades infantiles organizadas para ellos.
Esta celebración cuyos principios están perdidos en los siglos, tiene la particularidad de que también entra en la tradición gastronómica.
Foto Aureli Tormo |
Para la ocasión se elabora un “pan redondo en forma de roscón acompañado de una particular longaniza roja de sabor fino, que se fabrica expresamente para este día, y que se come el aire libre en el espectacular paraje de la ERMITA DE SANTA BARBARA, situada en una colina que domina el pueblo que data del siglo XIII y responde a la tipología de las llamadas ermitas de conquista.
Cada 8 de Diciembre, desde bien temprano, en este singular paraje empiezan las actividades lúdicas entre las que hay pasacalles, acompañados de “la dolçaina y el tabalet”, se ofrecen, licores autóctonos y mistela, para los más pequeños actividades infantiles y “cuentacuentos” que les narran historias y leyendas antiguas del lugar.
Po la tarde, se abre la Ermita y es cuando los niños podrán tirar de la cuerda que pasaba por “la corriola” (polea) haciendo voltear la campana. De ahí el nombre de este día tan señalado para los Contestanos. A los más mayores, su sonido les recuerda su niñez.
En la tarde noche, destacar que la tradición marca este día para que en los hogares del pueblo, la familia se reúna para instalar el Belén de Navidad.
Documentación: Javier Carbonell
Fotos: Aureli Tormos