Antiguamente se trataba de comer con poco gasto y con lo que se podía, de ahí su nombre, aunque hoy en día no estaría entre los muy baratos. Es un plato muy típico del Rincón de Ademuz. Es especial para cuaresma.
La receta está compuesta de unas tortitas, un relleno y el bacalao cocinado por partes y luego cocido en una cazuela de barro. Para ello necesitamos,
INGREDIENTES:
Bacalao desalado y huevos.
Para las tortitas:
Harina (la que admita), 2 huevos, sal, agua y aceite.
Para hacerlas: Se baten los huevos, el agua, la sal y la harina para conseguir una masa que no se pegue en las manos. En una sartén con aceite caliente, se fríe la masa echándola a cucharadas.
Para el relleno:
3 huevos, perejil, sal, pan rallado, cebolla y ajo.
Para hacerlo: Mezclar la cebolla picada, los huevos, pan rallado, ajo y perejil y una vez trabajada la masa darle forma de croqueta alargada y freírlas.
Freír el bacalao aparte y en el mismo aceite una vez retirado este, una cebolla grande.
ELABORACION:
Una vez hechos todos los ingredientes, en una cazuela de barro con agua y cuando esté a punto de hervir, pondremos las tortitas, añadiremos el relleno y también el bacalao por este orden. Encima de todo le pondremos el sofrito de cebolla.
Dejar cocer entre diez y quince minutos a fuego suave para que se integren los sabores y un poco antes de retirar, esclafar un huevo por persona, dejando unos instantes y listo para comer. Se sirve en plato hondo con el huevo parte de todos los ingredientes.
Plato sencillo en sus ingredientes y espectacular en mesa.