domingo, 6 de diciembre de 2020

CHAYOTE O SAYOTE EN SALMUERA

 


Se hace una salmuera con agua (no clorada), sal natural (sin yodo añadido) y vinagre.

La proporción que nunca falla es: En una jarra de cristal poner tres dedos de vinagre de vino blanco; rellenar de agua e ir añadiendo la sal poco a poco removiendo con una cuchara de madera (nunca utilizar metal, pues se oxidaría) hasta que no admita más, es decir, que veas que la sal ya no se diluye más.

Otra manera más exacta sería, por cada de diez vasos de agua, uno de vinagre y medio de sal marina.

Lavamos los chayotes y los cortamos en rodajas o en gajos. Si no tenemos prisas en consumirlos y queremos guardarlos largo tiempo, los pondremos enteros.   

Los introducimos en unos botes de cristal bien limpios y los cubrimos con la salmuera que hemos hecho.

Hacer una corona con ramitas de limonero y de algarrobo de la parte más vieja (si pones hoja tierna amargará). Las hojas del limonero le dará su aroma, las de algarrobo hará que no ablanden y las varitas sujetarán los chayotes para que no floten en el líquido y se pongan malos.

Tapar el bote y a esperar al menos un mes.

Esta salmuera puede durar perfectamente en un lugar oscuro sin destapar un año.

Nunca toquéis la salmuera con nada de metal. No metáis la cuchara para sacarlos. Las manos limpias, la mejor herramienta. Quitáis la corona, sacáis y la volvéis a meter.

Un truco de mi abuela. Si ponéis el tarro al sol, acelerará el proceso. El calor ayuda a fermentar.

Si aparece una especie de telilla por encima, indicará que la salmuera está perfecta. Cuando metáis la mano, la rompéis. No pasa nada. Importante mantener siempre bien cerrado el bote.   

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