Un clásico postre, sencillo y sabroso presente
en muchos menús de bares y restaurantes. Fácil de hacer.
1 piña
200 gr de mantequilla
50 gr de azúcar
En una sartén grande derretimos la mantequilla.
Pelamos la piña, le quitamos el corazón duro y la cortamos en rodajas.
Introducimos las rodajas una a una dentro de la sartén y las cocinamos a fuego lento por los dos lados.
Espolvoreamos con azúcar y le damos vueltas hasta que caramelice el
azúcar.
El tiempo dependerá según como nos guste la
piña. Personalmente no me gusta muy hecha.