sábado, 16 de noviembre de 2024

ENSALADILLA DE PESCADO

 

            Mi receta publicada en Vida Mediterránea

Sobre los orígenes de la ensaladilla rusa o ensalada Olivier (Lucien Olivier, restaurante Hermitage de Moscú.1860) ya hemos escrito en algunas ocasiones, así como de los ingredientes originales y su evolución hasta nuestros días.

Hoy en día la ensaladilla está presente en todos los bares y restaurantes del mundo y como no, en los de España. Sus ingredientes pueden variar de mil combinaciones posibles, sin apartarnos de la tradición, puesto que son innumerables los diferentes ingredientes que podemos combinar.

En este caso, vamos a elaborar paso a paso una delicada ensaladilla de pescado, sencilla y muy sabrosa. 

Necesitamos para 6 raciones completas o para compartir:

4 patatas para asar

500 gr de merluza limpia.

200 gr de guisantes

1 cebolla tierna pequeña

4 pepinos agridulces en conserva

Brotes germinados de… rábano

1 tarro de mayonesa. Aconsejo utilizar un tarro de Hellmann’s.

Sal y pimienta blanca

Hervimos las patatas con su piel en su punto.

Al vapor cocinamos el pescado sin pasarnos para que no se nos deshaga. Un truco. Cuando empiece a oler la cocina a pescado (entre 7 y 10 minutos de hervor), apagamos el fuego.

Los guisantes en agua hirviendo los cocemos durante 3 minutos y los pasamos a un bol con agua muy fría. Reservamos. Recalco, que deben estar los 3 minutos desde que los introducimos y el agua empiece a hervir.

Pelamos las patatas una vez frías las cortamos en daditos y depositamos en un bol.

Con las manos vamos desmenuzando delicadamente el pescado sin romperlo, cuidando de descubrir alguna posible espina para retirarla. Lo añadimos también al bol.

La cebolla la cortaremos muy fina utilizando también la parte verde de la misma.

Lo mismo haremos con los pepinos.

Todo dentro del bol, lo salpimentamos al gusto, lo mezclamos con una cuchara, siempre con cuidado de no hacer un empastre. Añadimos ahora los guisantes, reservándonos algunos para decoración y más de medio tarro de mahonesa. Envolvemos todo con cuidado ayudándonos de una cuchara o lengua. Añadimos más mahonesa reservándonos para untar encima al emplatar.

Podemos emplatar en un aro, como es el caso o en un plato hondo. Decoramos con guisantes y germinados. En este caso he utilizado el de rábanos por su colorido.

Se puede hacer de mil maneras, con mil combinaciones de ingredientes. Esta es la mía.