RECORDS DE LA MEUA INFÀNCIA. PUBLICAT EN EL DIARI LES PROVÍNCIES
06-12-2014.
La casa de mis abuelos, era de construcción tradicional.
La entrada con puertas de mobila y una habitación a la derecha con su ventana a
la calle. En ella tenía la cómoda con su espejo en la pared y sobre su repisa de mármol blanco montaba el belén
en Navidad. En el fondo un tresillo estilo Luis XV con su mesa alargada y casi
pegado a la ventana, su mesa camilla vestida con su tela y sus correspondientes
sillas alrededor. Mi abuelo ya había hecho acopio del cisco para encender el
brasero, que una vez encendido tapaba con cenizas para que así que durara mucho
tiempo al meterlo en el interior de la mesa, calentando las piernas debajo de la tela. El olor característico y su calor natural
inundaban la habitación.
Pero hoy, era sábado y mi abuela estaba atareada. Mañana
vendrían sus amigas a jugar al burro (juego de cartas con baraja Española) y
tenía que preparar una coca maría. Era tradición que los domingos por las
tardes, los hombres fueran al “casino” (bar del pueblo), donde allí jugarían al
“Truc” (juego de cartas con baraja Española, que se juega fundamentalmente en
la Comunidad Valenciana), donde hablarían del tiempo, de cómo habían ido las
cosechas del verano y tomarían unos vinos,
un vermouth de garrafa casi
clandestino que solía tomarse con sifón, una absenta o una “herba” (bebida que
estaba de moda y que no es más que aguardiente macerado con hierbas aromáticas,
cuyo secreto es difícil de averiguar), acompañando algún aperitivo.
Las mujeres, solían reunirse en casa de una amiga, alrededor
de una mesa camilla, para merendar jugando a cartas. Por eso mi abuela se
apresuró a preparar la torta que acompañaría al chocolate que se haría.
Separó la clara de seis huevos de su yema. Batió las
claras a punto de nieve y le ayudé a añadir poco a poco 440 g. de azúcar.
Añadimos las yemas de los huevos, removimos y pusimos tres cuartos de un vaso
de aceite de oliva y un vaso de leche entera. Seguimos removiendo y mezclamos
300 g. de almendras finamente trituradas con su piel y 250 gr. de harina con dos
sobres de levadura, añadiendo todo a la mezcla anterior. Una vez hecha una masa
homogénea la extendimos sobre una llanda recubierta de papel especial y la metimos
al horno de leña previamente calentado. En media hora, o tres cuartos de hora
estaría lista, debiendo vigilar la cocción ya que cada horno es un mundo.
Agradezco a Casimira Puigcerver Server que aparte de
seguir la tradición de jugar al “burro”
con las amigas, ha elaborado la receta tradicional de la coca maría para
que puedan ustedes disfrutarla, aunque sea en fotografía.