Necesitamos
para cuatro personas:
Dos vasos de arroz (400 gr),
Tres pedazos de costillas de cerdo por persona (100
gr)
Tres
trocitos de pollo troceado por persona (100 gr)
200
gr de tocino blanco en tacos
4 morcillas
de cebolla no muy tiernas
3
Longanizas blancas cortadas a trozos
Garbanzos
ya hervidos (100 gr)
2
patatas medianas
2 tomates
1
cabeza de ajos entera
Azafrán en hebra
Colorante
alimentario si lo queréis más amarillo
Sal
Un
par de cucharaditas de pimentón de hojilla
Agua,
caldo de puchero o de un fondo ligero.
Al
lío:
Pelamos
y cortamos las patatas en rodajas y las freímos
en abundante aceite de oliva. Las reservamos.
En
este mismo aceite vamos a sofriendo todo lo demás. Empezamos por la cabeza
de ajos a la que hemos pelado de su envoltorio sin romperla, las costillitas de cerdo y el pollo, previamente
salados, el tocino, las longanizas y las morcillas. Reservamos todo.
Ponemos
el horno a calentar a 200°.
En
la cazuela de barro que vamos a cocinar, sofreímos con el aceite de la sartén el
tomate rallado con una cucharada de pimentón de hojilla. Removemos bien con
cuidado de que no se nos queme. Añadimos el arroz y mezclamos sofriendolo sin
parar hasta que veamos que ha cambiado ligeramente de color. Repartimos bien el
arroz y le añadimos la carne que hemos sofrito, las longanizas las morcillas,
los garbanzos, las hebras de azafrán previamente tostado y por encima, distribuimos
las patatas y unas lonchas finas de tomate. Cubrimos con el doble de líquido que de arroz, colorante si lo queremos más
amarillo, probamos de sal y lo llevamos
al horno. Antes, colocamos la cabeza de ajos en el centro de la cazuela.
Entre 20 o 25 minutos debe quedar totalmente
seco. Me gusta apagarlo un poco antes y dejarlo reposar tapado con papel de
periódico para que termine de absorber. Pero eso ya va a gustos de cada uno.
Existen
variante donde este arroz se hace con las sobras del puchero o la carne se
hierve antes en una olla (especial si se pone patas de cerdo que cuestan más en
hacerse cociendo junto con los garbanzos, sofriendo solo el ajo, las morcillas,
las longanizas y el tomate.
Para
hacer el arroz en costra a la manera tradicional.
Debes
haber encendido la Costrera que no es más que un artilugio de doble fondo donde se queman ascuas en la parte superior y puede ser depositado
encima de la cazuela por su parte inferior y así trasmitirle el calor y cueza
el batido del huevo y lo dore.
Cuando
el arroz esté hecho, se saca del horno y se le añade por encima ocho huevos
batidos repartiéndolos homogéneamente para que tapen por completo la cazuela
sin tocarlo. Taparlo con la costrera hasta
que el huevo haya cuajado y esté dorado.
Si
no se dispone de la costrera, hacer la misma operación e introducirla la
cazuela en la parte de arriba del horno (sin
haberlo apagado) y encenderle el grill.
Os
aproveche.