Foto Xàbia.org |
Los Valencianos llamamos “de renda” a los alimentos que hemos cultivado nosotros mismos en nuestro huerto. Incluso guardábamos, los que eran posibles, para el invierno. Antiguamente los productos se consumía sólo de temporada y algunos de ellos se podían guardar mediante desecación al sol (pimientos, berenjenas…), en salmuera e incluso colgando algunos de ellos como el caso de los tomates, melones, etc.
“La borra” era la mezcla de productos cortados y secados al sol tales como los pimientos, berenjenas y que después guardaban para cocinarlos hidratándolos previamente.
La renda, también eran los beneficios obtenidos por la venta anual de las cosechas de almendras, uva pasa, patatas, melones…
Pues bien, con esos productos llamados “de renda”, se elaboraba este magnífico arroz típico de Jávea. En verano con los productos frescos cultivados por nosotros mismos y en invierno con los que habíamos podido conservar.
Pues teniendo en cuenta los productos de temporada o los que se guardaban, se hacía este arroz llamado “de renda”.
Garrofó |
INGREDIENTES
-800 gr de carne de pollo, conejo o mezcla de los dos
- 400 gr. de arroz.
- 4 docenas de caracoles de tierra.
- 250 gr. de garrofó o “fesols de la peladilla”
- 50 gr de tomate rallado
- 25 gr. pimiento rojo.
- 2 cucharadas soperas de aceite de oliva.
- Azafrán
- 1.5 litros de agua y de caldo de los caracoles (50%).
- Sal.
PREPARACION (para cuatro personas)
Los caracoles, engañados, limpios y previamente cocidos.
En un caldero se pone un poco de aceite y se sofríe el pimiento previamente cortado a tiras y se retira. Se dora bien la carne que hemos salado previamente, se echa el tomate rallado, a continuación el garrofó y se mezcla todo y se sofríe bien.
Se cubre generosamente de caldo y se le añaden los caracoles dejando cocinar sobre treinta minutos a fuego medio. La carne deberá estar tierna.
Pasado ese tiempo y justo treinta minutos antes de servir, se le añade el caldo restante para compensar el que se ha bebido la cazuela y cuando empiece su ebullición, añadir el arroz, el azafrán y los pimientos, dejando que se cocine a fuego alto y sin tapadora para que evapore el exceso de caldo mientras cuece el arroz. Rectificar de sal si es necesario.
En veinte minutos justos tendremos el arroz hecho y el caldo reducido para que tengamos un arroz caldoso en su medida justa y delicioso. Con menos caldo podemos cocinarlo dejándolo meloso. Cuestión de gustos.
Este mismo arroz, puede cocinarse sin carne y en temporada, con alcachofas, judías verdes, e incluso había quien freía unas berenjenas y se las echaba encima del caldo en los últimos momentos de cocción.