sábado, 6 de marzo de 2021

EL PÁ-NOLÍ, CASQUETE, CONGRETES, COQUETES, PRIMS, PRIMES…

 



Uno de los dulces más típicos de Castellón y pueblos de su provincia.

Dependiendo de las distintas poblaciones dónde se elaboran y también según el relleno que se le ponga, se les llama de diferentes maneras. Las variantes más significativas son: en Vilanova d'Alcolea y Morella se rellenan con dulce de boniato o calabaza y se denominan panoli o casquetes, en Pavías en la comarca del Alto Palancia) se suelen 'pintar' con la clara del huevo y les llaman congretes, en las localidades de Benicàssim y Benicarló se le añade mistela (e incluso aguardiente) y les denominan coquetes, en la Plana Alta y l'Alcalatén se denominan prims i primes.

El pá-nolí, del sintagma valenciano “pa en oli” significa pan con aceite y se le denomina así a esta torta típica de la cocina castellonense seguramente por la simpleza en su elaboración y que… no hay nada más simple que un buen trozo de pan con aceite. “Pa en oli”.

Pero también el término ‘panoli’ es un adjetivo que suele aplicarse para llamar así a las personas bobas, fáciles de engañar, que son excesivamente crédulas y/o muy confiadas.

INGREDIENTES:

1 vaso de aceite de oliva

1 limón

200 gr de azúcar

400 gr de harina

3 cucharadas de anís en grano

PREPARACIÓN:

Precalentamos el horno a 200º

Mezclamos el aceite, el azúcar, la ralladura del medio limón y las semillas de anís en un recipiente.

A continuación vamos añadiendo la harina a cucharadas poco a poco hasta formar una masa consistente y elástica.

Seguimos amasando hasta que esté todo bien integrado.

Sacaremos la masa del recipiente y la pondremos sobre la superficie de trabajo que, habremos previamente enharinado.

Estiraremos la masa con un rodillo dejándola de 1cm de grosor, si se nos pega, espolvorearemos el rodillo con harina.

Con un cortapastas redondo, iremos sacando las formas y las colocaremos sobre papel de hornear en la bandeja del horno.

En el centro de cada uno levantamos una pequeña montañita con los dedos dándole un pellizco.

Las metemos en el horno durante 20' minutos sin bajarlo de 200 grados.

Sacamos del horno, dejamos unos minutos sobre la misma bandeja, los pasamos por azúcar y los pasamos a una rejilla para que enfríen y se endurezcan.

Tal cual ya están buenísimos, pero la tradición marca que para comerlos, los vamos montando de dos en dos uno sobre otro como un emparedado, añadiendo como relleno una cucharadita de lo que elijamos, cabello de ángel, dulce de boniato, calabaza asada…

Que aproveche.