viernes, 15 de julio de 2022

ENSALADA DE AGUACATE Y SALMÓN

 


El ahumado del pescado, nació con la intención de conservarlo más tiempo, siendo la técnica más antigua, descubierta por el hombre cuando se volvió sedentario y dominó el fuego. Esto se consigue exponiendo al humo el pescado en condiciones especiales. Hay dos tipos de proceso, en frío o en caliente aunque la mayor parte de la producción procede del ahumado en frío, por la exposición directa del salmón al humo proveniente de la combustión de madera, a unos 30 grados. Este sistema no cuece el pescado por lo que le da una textura mucho más delicada.

En la actualidad, los alimentos ahumados pasan previamente por un proceso de salado para lograr aumentar su curación y conservación, y si a eso añadimos que al utilizar humo en esa combustión producimos sustancias que se llaman aminas, que son dañinas para la salud, debemos moderar su consumo y comer salmón ahumado de forma ocasional. No obstante, el consumir salmón fresco es muy beneficioso para nuestra salud.

Desgraciadamente lo normal es que el salmón que llega a nuestras cocinas sea de criadero, por la escasez de salmón salvaje y también dado la diferencia de precio entre unos u otro.

Considerado durante siglos como el príncipe de los ríos y bocado de reyes, en apenas cuatro décadas y gracias a la tecnología y a los avances de la acuicultura, se ha convertido en producto popular y, hoy en día, este delicioso pescado llega a todas las mesas europeas.

El salmón en España antiguamente no era muy conocido en las cocinas caseras y muy poco en la alta cocina. Se solía comprar para las comidas de navidad en familia. Actualmente es frecuente encontrarlo en las cocinas tradicionales de todos los países europeos, países del Este, en Canadá y en el norte de Estados Unidos. Los países nórdicos son grandes productores, siendo el salmón noruego procedente de acuicultura el más consumido en nuestros hogares.  

Hasta el año 1986 a los japoneses no se les había pasado por la cabeza incluir al salmón en el nigiri, en un maki o un sashimi. De hecho, que gran parte de la población mundial coma hoy sushi de salmón crudo es el resultado de una iniciativa noruega a gran escala planteada en el año 1986, en concreto de su Ministerio de Pesca del país nórdico. Bjørn Eirik Olsen fue uno de los enviados por el Gobierno noruego para intentar convencer al pueblo japonés de que podían sustituir el atún, cada día más escaso en los mares nipones, con productos del mar de Noruega, en concreto el salmón, sacado directamente de sus fiordos. Ya en 1992, Nichirei Corporation (uno de los principales productores de alimentos congelados de Japón y líder en almacenamiento en frío, con sede en Tokio) compró 5.000 toneladas de salmón noruego congelado y lo empaquetó y lo promovió para consumo crudo. Esto lo cambió todo. La exportación de salmón del mar de Noruega a Japón fue de 42.000 toneladas en el último año. En la actualidad su consumo en España es muy alta, superando a Japón en importación, alcanzando en el último año la cifra récord de 85.000 toneladas.

Salmón ahumado y el Anisakis:

La paradoja es que si el pescado ha sido comprado por el consumidor en un supermercado cualquiera, se podrá consumir libremente, pues nadie recomienda su congelación al haber estado sometido previamente antes de su envasado a salmuera y ahumado. Mientras que si se pide en un restaurante es obligatorio haberlo congelado previamente a -20ºC durante, al menos, 24 horas. La situación es mucho más incomprensible de lo que parece a simple vista, pues un consumidor podría infestarse en su casa y no en un restaurante. Por ello yo recomiendo congelarlo previamente antes de su consumo sin destapar su envase. No perderá cualidades. Por supuesto, el salmón fresco siempre tiene que pasar por el proceso de congelación.

De los beneficios de consumir aguacates hablaré en otra ocasión. 

Bien, vamos pues a emplatar. Necesitaremos para cada ración:

1 aguacate

4 lonchas de salmón ahumado

1 pepino

1 picante verde

Arándanos rojos (opcional)

Unas hojitas de eneldo tierno

Hojas de corazón de col lombarda

Semillas tostadas de sésamo

Aceite de oliva

Pelamos el aguacate y lo cortamos en forma de espiga.

El pepino lo cortamos en láminas finas.

Sacamos el salmón del envase para que se airee.

Nos fijamos ahora en la foto para colocar los ingredientes y montar el plato.

Unas hojas de eneldo abajo, distribuimos el aguacate en tres partes, combinamos con las láminas de pepino enrollado, enrollamos también las lonchas del salmón en forma de rosa, dos trozos de col, cortamos el picante por encima y decoramos con las semillas de sésamo tostado y los arándanos rojos.

Regamos con un buen aceite de oliva virgen.

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