sábado, 20 de agosto de 2022

CALAMARES CON PATATAS

 



Una receta muy sencilla que nos sorprenderá su resultado.

Para cuatro personas necesitaremos:

Calamares

1 pimiento rojo y 1 verde

2 ajos

1 tomate grande maduro o dos más pequeños

2 patatas

Pimentón de hojilla

Pimienta blanca

2 hojas de laurel

Aceite de oliva virgen extra y sal

Agua o un caldo suave de pescado.

No he puesto las cantidades de calamares, porque dependerá que tipo de calamar usemos. El mejor y más apropiado sería el de potera y nacional, que es sin duda, la variedad de calamar de mayor calidad. Su forma de capturarlo, con anzuelo, y la época en la que se lleva a cabo a finales de verano, otoño hasta el mes de enero incluso hasta la primavera, les confiere un sabor muy intenso y una textura única. Al ser de tamaño más grande que los demás, con dos nos bastaría para cocinarlos. Podríamos comprar y usar anillas de este calamar en diferentes formatos.

No obstante, se vende el calamar Patagónico o Loligo Patagónica, que procede de las aguas de la Patagonia (sur de Argentina), Chile y las Islas Malvinas, es mucho más económico y para cocinar se adapta mejor que el nacional, pues tiene las paredes menos gruesas y lo hace más apto para guisar, teniendo una textura y sabor adecuado. Para cada cosa lo suyo, para la plancha o brasa nunca usaremos el patagónico.

Lo que si les advierto es que nunca confundamos la sepia o el calamar con la pota. No es lo mismo y su precio es mucho menor, por lo que muchas veces nos quieren dar gato por liebre.  Fijaros fundamentalmente en el tamaño y la posición de las aletas, asi como los dos tentáculos más largos, para distinguir entre calamar o pota. Si queréis saber más, pincha AQUÍ.


Pues bien, vamos a cocinar nuestro calamar patagónico.

En primer lugar, si no lo hemos comprado ya limpio (venden bandejas ya preparadas), lo limpiaremos quitándole la pluma o caña de su interior, retiramos el “pico” de la boca, abriendo los tentáculos y presionando la boca con los dedos, nos saldrá con facilidad. 
Separamos los tentáculos de la cabeza.

Le quitamos la telilla, esa capa fina y oscura del exterior. 

Foto Gastroandalusí

Le damos la vuelta como un calcetín introduciendo el dedo gordo en su interior y desechamos los restos internos. Lo cortamos en rodajas.

Foto Gastroandalusí

Como este tipo de calamar es más pequeño, necesitaremos al menos entre 350 o 400 gramos o una bandeja ya limpios. Si los compramos congelados dejar que descongelen en la nevera antes de utilizarlos.

Cazuela al fuego, cubrimos como siempre el fondo con un buen aceite de oliva.

Picamos muy fino el pimiento rojo y verde y lo metemos cuando el aceite esté caliente.

Pelamos los ajos y los cortamos también hasta picarlos. Ahora rallamos el o los tomates. Le añadiremos una pizca de bicarbonato para quitarles la acidez.

Añadimos el ajo y los calamares, dándoles una vueltecita que cambien el color, sal pimentamos con pimienta blanca e inmediatamente el pimentón de hojilla, dos vueltas y el tomate.

Tapamos la cazuela y esperamos que suelten sus líquidos. Necesitaremos añadir ahora un vaso de caldo de pescado o de agua. (No os voy a decir nada sobre una pastilla de caldo concentrado). Las hojas de laurel. Cocemos sobre 15 minutos a fuego medio. Controlamos el líquido abriendo o cerrando la tapa pues lo necesitamos para cocer las patatas. Probamos de sal.

Ahora sí, pelamos las patatas y las chascamos a trocitos medianos. Los metemos en el guiso y esperamos sobre veinte minutos que cuezan.

Nos deberá quedar “caldosito”. Si queremos espesarlo sacaremos un trozo o dos de patata, la chafaremos con un tenedor y lo volveremos a meter en la cazuela.

Al servir, podemos espolvorear con un poco de perejil y ajo finamente picados. Un plato de cuchara para mojar pan.