Mi receta publicada en Vida Mediterránea
A veces nos
encontramos ofertas que no debemos despreciar. Los supermercados, Mas y Mas por
ejemplo, en su sección de pescadería, nos ponen de oferta la posibilidad de
comprar medio salmón a un precio asequible a nuestro bolsillo.
¿Pero qué
podemos hacer para aprovecharlo en su totalidad?
Lo primero
que dudamos es si escoger la parte de arriba o de la cola, puesto que la cabeza
la partirán en dos para entregar con cualquiera de las partes que elijamos.
Me decanto
por la parte superior descartando la cola. No diré el porqué.
Bien, le
diremos al pescatero que nos lo limpie, lo descame, nos separe la media cabeza
que nos corresponde, acompañándola de un trozo de salmón, como una rodaja. El resto que retire con cuidado la espina
central y nos la reserve, nos la llevamos a casa.
Vamos a
cocinar el salmón, y aunque existen miles de recetas posibles, nosotros con las
espinas, la media cabeza y la rodaja de la parte superior, pegada a la cabeza,
vamos a cocinar una deliciosa sopa.
El resto del
salmón, lo vamos a marinar después por lo que lo congelaremos al menos 24 horas.
Necesitaremos
para la sopa (4 personas):
Cabeza,
espina y la rodaja de salmón
2 patatas
1 cebolla
Pimienta
blanca o de colores
Azafrán
Desbrín
2 rebanadas
de pan del día anterior
Sal
1’5 lt. de
agua
Ponemos a
hervir el salmón con un litro y medio de agua a fuego medio con la cebolla, las
patatas chascadas en trozos, un poco de sal y unos granos de pimienta.
Tostamos el
pan y lo cortamos en dados.
Agregaremos
las hebras de azafrán tostado. Probamos de sal. En veinte minutos apagamos el
fuego y colamos el caldo.
Las patatas
las retiramos y repartimos en los platos. Sacamos todas las partes comestibles
del salmón, cuidado con las espinas. Lo repartimos también en los cuatro
platos, cubrimos con el caldo bien caliente, agregamos los picatostes de pan y…
un puntito de hinojo silvestre que le dá un toque especial.
Una sopa
sencilla y muy gustosa.
Con el resto
del salmón, lo marinamos. Necesitamos:
½ kg de sal
marina gruesa
½ kg de
azúcar
Tenemos dos
buenos filetes de atún. Que hemos descongelado lentamente en la nevera.
Revisamos y quitamos las espinas que puedan haber quedado. Unas pinzas nos
ayudaran.
Necesitaremos
un recipiente que nos quepa el salmón.
Cubrimos el
fondo con la mescla de sal y azúcar, al menos 10 cm por si recoge algo de
humedad. Ponemos el primer filete con la piel abajo y volvemos a cubrir, ahora
ponemos el otro filete con la piel arriba y cubrimos del todo. Ponemos un film
y encima de él un peso que puede ser perfectamente un saquito de arroz.
Dejaremos en
la nevera mínimo seis horas y máximo doce horas. Más tiempo nos quedará reseco
y no tan gustoso.
Pasado el
tiempo, lo lavamos con delicadeza debajo del grifo que no quede nada de sal y
lo secamos muy bien con papel absorbente. En volvemos cada filete en film y lo
dejaremos en la nevera al menos una noche.
Obvio es
decir que se puede añadir a la mezcla de sal y azúcar especias para aromatizar
como el eneldo o usar sal ahumada para darle ese toque especial. Personalmente
me gusta el sabor a salmón natural de la manera que lo he marinado yo. Después
si puedes darle tu toque personal como por ejemplo con vinagreta de aceite,
chía, vinagre y cebolla.