RECORDS DE LA MEUA INFÀNCIA. PUBLICAT EN EL DIARI LES PROVÍNCIES
11-10-2014
Foto de Chelo Peiró Sanchis
Entrados en Otoño y todavía hacía un calor de mil
demonios. Las noches eran frescas e incluso el rocío ya asomaba, pero el medio
día parecía de pleno verano. Era domingo y subidos en el carro regresábamos de
misa primera. Mi abuelo había dispuesto dos sillas de bova (anea) una cara a la otra sobre
el piso de madera del carro, donde se
sentaron mi abuela y mi tía, vestidas de riguroso negro y aguantando el
paraguas con sus manos para resguardo del sol. Yo al lado de mi abuelo que me
dejaba llevar las riendas del animal.
Ayude a mi abuelo a desvestir al animal y
llevarlo a la cuadra.
Una vez puestos cómodos, las ropas cambiadas
y aliviados del sofocón, mi tía se dispuso a prepararse para hacer la comida.
Ayer había pasado por la casita el pescadero que mi tía llamaba “el pescater” y
había comprado medio kilo de morralla, que la cosa no estaba para más y que con
una cebolla, una patata, un tomate, sal, una hoja de laurel y pimentón, hizo un
caldo que quitaba los sentidos.
Puso los hierros sobre las ascuas encendidas
y sobre ellos la paella para hacerla de bacalao, floricol y ajos tiernos. Puso su
aceite de oliva y cebolla finamente picada. Después la floricol cortada en
pequeño y fina, sofriendo para dorarla y después tomate rallado. Cuando queda
sólo con el aceite, añadió los ajos tiernos cortados y el bacalao desalado de
la noche anterior. Removió todo y puso una cucharadita de pimentón y
azafrán. Puso un vaso de arroz para cada dos raciones, removió todo
bien y puso el triple de vasos del caldo muy caliente de pescado que de arroz. Avivó el fuego con
sarmientos al menos diez minutos y dejó que se terminara de hacer.
Sobre la brasa, colocó un picante rojo, para
asarlo, pues a mi abuelo le volvía loco. La paella estaba lista y los
comensales también. Pusimos las cucharas de madera sobre la mesa y nos
dispusimos a dar buena cuenta de ella.
Unas
cebollas tiernas con vinagre, sal y aceite acompañarían el contundente condumio
dominguero.