martes, 26 de abril de 2022

XIMOS, CHIMOS, CHIMETS O PEPITOS

 


Los ximos, chimos, ximets o chimets, es una receta típica de Castellón donde se rellenan con pisto. Según dicen algunos nació entre los amores de un bocadillo de atún con tomate y una torrija. Se consume sobre todo en las fiestas de la Magdalena aunque se cocina durante todo el año. Su receta tradicional ha ido pasando de generación en generación a través de los tiempos.

En Valencia, sobre todo en el barrio del Cabañal-Cañamelar se hacen igual pero rellenándolos con su famosa titaina, y los llaman Pepitos (pincha aquí para obtener la receta). Su consumo está relacionado con las fiestas de semana santa y pascua para las meriendas campestres.

En el resto de España, un pepito es un pequeño bocadillo que se prepara con carne de ternera, a veces acompañada de ajo, cebolla o pimiento. El origen de ese nombre nació en Madrid en los felices años veinte en uno de los famosos cafés que se repartían por la ciudad, en el Café de Fornos, de la calle Alcalá.

La explicación histórica acerca de este bocadillo la da el cocinero e historiador culinario Teodoro Bardají Mas en un artículo del semanario "Ellas" el 7 de mayo de 1933, según escribe, el hijo del dueño del establecimiento, llamado Pepito, cansado de cenar siempre el mismo bocadillo de fiambre decidió pedir un filete de ternera entre dos panes bien crujientes. El resto de comensales absortos al ver la creación del joven, comenzaron a pedir bocadillos “como el de Pepito”, y de ahí Pepito de ternera… pepito… Ximo o chimo en valenciano.

El Café de Fornos cerró sus puertas hace casi un siglo. En cambio, su plato estrella ha continuado se popularizó extendiéndose por toda la geografía del país y podemos encontrarlo en la carta de cualquiera de los bares que sirvan bocadillos. Desde entonces, se ha vuelto tan popular en las barras que se habla de pepitos de lomo o de pollo, e incluso los hay en versión dulce en pastelería. Tienen éxito hasta en Sudamérica, especialmente en Venezuela, donde suelen mezclar las distintas carnes con salsas. Pero hoy venimos a hablar de los nuestros.

Cocinamos pues los ximos o chimos de Castellón.

Necesitaremos para elaborar unos 12:

12 panecillos pequeños de los llamados de leche, de manteca o pulguitas.

4 tomates grandes

1 pimiento rojo tipo morrón

1 pimiento verde

2 cebollas medianas

150 gramos de atún en aceite

1 lata de aceitunas rellenas de anchoa

Un puñadito de piñones

Aceite de Oliva Virgen

Aceite de girasol

Sal y bicarbonato

Para el rebozado, medio litro de leche y 6 huevos.

Ponemos a hervir tres huevos para hacerlos duros.

Vamos a cocinar el pisto. Cazuela al fuego, cubrimos el fondo con aceite de oliva y freiremos los pimientos que hemos lavado y cortado en trozos pequeños y la cebolla. Cuando casi estén le añadimos unos piñones, el tomate pelado y cortado en dados. Cuando suelte su zumo le añadiremos una cucharada de café de bicarbonato para aquello de la acidez y un pellizco de sal. Esperamos unos minutos. Dejamos cocer con la cazuela destapada sobre veinte minutos.

Ya cocinado y sin caldo, hora de añadir el atún de lata que desmigamos sin su aceite y removemos despacito. Cortamos a trocitos unas aceitunas rellenas y también las incorporamos. Tenemos ya hervidos dos huevos que cortaremos a trocitos y para dentro también. Removemos, retiramos y reservamos. 

Ahora vamos con los panecillos. Cortamos una punta y les sacamos la miga al panecillo ayudándonos con una cuchara. Lo vamos rellenando con el frito que hemos hecho, tapamos el agujero con la punta que hemos cortado metiéndola al revés, presionamos hacia dentro y lo cosemos -atravesamos- con un palillo.

Sartén al fuego y para freír ponemos abundante aceite de girasol (no deja gusto y quedan más suaves). Cuando este caliente, no en exceso, vamos pasando los ximos por la leche que empapen un poco, que no absorban demasiada, así conseguiremos que nos queden blandos por dentro pero crujientes por fuera, y por los huevos batidos y… a la sartén.

Los freímos dándoles vueltas para que queden bien dorados.

Los vamos depositando sobre papel absorbente para quitarles los excesos de aceite. Aproveche