Mi receta publicada en Vida Mediterránea
Para terminar
una buena comida familiar con una buena receta de un dulce elaborado con
productos de nuestra “terreta”. Vamos a elaborarlo.
Ingredientes:
200 gr de
maicena (sémola)
200 gr
harina de trigo
25 gr de
azúcar de caña
200 gramos
de azúcar blanco
3 naranjas
1 bote de
nísperos en almíbar
100 ml de
aceite de girasol
1
cucharadita de bicarbonato
1 limón
Procedemos:
Exprimimos el zumo de dos naranjas para
obtener 200 ml del mismo. Lo vertemos en un bol y le vamos añadiendo poco a
poco la maicena mientras vamos removiendo a mano con una varilla batidora.
Agregamos el
azúcar y el aceite. Removemos bien integrando y a continuación tapamos el bol
con papel film cerrándolo. Ponemos un paño de cocina encima y dejamos alrededor
de media hora para que la sémola hinche.
Encendemos
el horno precalentándolo a 180º.
Pasado el
tiempo, añadiremos la ralladura del limón. Una cucharada sopera de bicarbonato
al que le agregamos unas gotas de limón para activarlo. Cuando empiece a hervir
lo añadimos a la mezcla mezclándolo todo bien con las varillas.
Ahora vamos
incorporando la harina tamizada poco a poco y envolviéndola y haciendo
movimientos envolventes de abajo hacia arriba.
Cortamos la
mitad de nísperos en pequeñas porciones, reservándonos los otros. Los
incorporamos y removemos mezclando.
Una vez
tenemos ya la masa consistente y cremosa la pasaremos un molde para hornear que
previamente hemos engrasado con aceite de girasol y espolvoreado con sémola,
retirando el exceso de la misma.
Cortamos en
rodajas las naranjas y vamos depositándolas por encima de la masa apretándolas
un poco para semi hundirlas. Aremos lo mismo, alternando, con los nísperos que
cortaremos en mitades y colocaremos boca abajo. Espolvoreamos bien con azúcar
de caña. El calor del horno hará el milagro.
Horneamos
alrededor de 45 minutos dependiendo de las características de cada horno.
Al sacarlo,
esperamos que enfríe y espolvoreamos azúcar glas por encima.