Mi receta publicada en Vida Mediterránea
La avena era
uno de los cereales más importantes en la alimentación de los pueblos celtas,
que la cultivaban en gran cantidad en el norte de Europa. También era muy
valorada por los romanos, quienes la consideraban un alimento para soldados y
viajeros.
Durante la Edad Media dejó de consumirse convirtiéndose en uno de los principales alimentos para los caballos y otros animales. En aquella época, se valoraba más su uso como forraje que como alimento humano.
Necesitaremos:
400 gr de copos de avena
200 ml de leche
1 manzana
80 gr de nueces peladas
80 gr de pasas
100 gr de calabaza o de zanahoria
4 huevos
100 gr de azúcar o de miel
1 sobre pequeño de azúcar vainillado
1 sobre de polvo para hornear o levadura química
Sal
Azúcar glass para espolvorear
Aceite de oliva o mantequilla para untar el molde.
Ponemos las pasas a remojar con agua caliente.
Trituramos la avena sin que nos quede polvo del todo, textura pequeña.
Pasamos a un bol y añadimos el polvo de hornear.
Mientras, rallamos la calabaza o la zanahoria. La manzana con su piel la cortamos en cubitos pequeños. Mezclamos con la avena y añadimos las pasas.
Las nueces ya peladas, las machacamos sin que se hagan polvo y las añadimos también.
Mezclamos todo integrando con una cuchara o espátula. Integrando para que se mezclen y se repartan los ingredientes.
En otro bol batimos los huevos añadiendo la pizca de sal y los azúcares o la miel. Lo echamos a la mezcla de avena y volvemos a mezclar.
Untamos con aceite o mantequilla el molde con la forma que deseamos. También podemos forrarlo con papel de hornear.
Horno precalentado a 150 grados de 45 minutos a 1 hora dependiendo del horno.
El viejo truco de meter el palillo y que salga limpio nos indicará cuando está listo para sacarlo.
Podrías utilizar miel envés del azúcar, o la mezcla del muesli y no solo avena.
Una torta de sabor muy especial que nos recordará a las barritas energéticas tan de moda hoy en día.